Historia


Historia

Perú es el segundo productor de cacao Orgánico del Mundo.

La semilla del árbol de cacao hechó raíces en Piura mucho antes que el banano o que el alegre y fácil mango. Planta vieja y sabia, crece a la sombra de los árboles más altos, sobre todo en el norte, donde el sol abraza sin consideración.

El cacao en Perú, surgió en la amazonia, calurosa y hostil, bajo la sombra de los árboles más recios. Pero el fruto se expandió hacia la costa, donde mutó en su variedad más valiosa. El fenotipo exacto del cacao de Piura, según, Maricel Presilla, es “Marañon Nacional”.

Al ver la geografía del Cacao Nacional, se puede apreciar que se transmite a través de los ríos y cruza a Piura. Este Cacao Nacional Piurano, se distingue por su terroir, las condiciones climáticas de la región, días calurosos y noches secas de temperaturas constantes.

Como destaca Eduardo Tamariz, para el año 2008 Jorge Vivas, un especialista venezolano, comenzó a orientar el proceso de mejora genética de un grupo de semillas seleccionadas según criterios muy exigentes, entre otros de porcentaje de granos blancos, cantidad de almendras por mazorca, calibre de las semillas y características físicas de sabor, aroma y textura.

Gracias a la experticia del venezolano y a un estudio adelantado en 2008, Eduardo logra la identificación de los mejores árboles y, luego de apuestas tercas y pacientes, pudo sembrar veinticinco plantas élite en su terreno de La Quemazón, una especie de grupo vedette con los estándares más altos de producción, calidad y resistencia a las enfermedades, todas ellas de granos finos y transmisión genética más eficiente. Plantas de un valor incalculable.

Con el apoyo de la ONG Progreso en el 2008, se organiza a los pequeños productores y se les imparte clases de buenas prácticas agrícolas bajo los principios del cooperativismo. Se trabaja conjuntamente con nuestros aliados estratégicos de Piura, para seleccionar, promover y conectar directamente las mejores chocolateras del mundo con nuestros productores de Gran Nativo Blanco.

Leave a Comment